por Kristo Putoh - 5 de Febrero de 2018
1.Wout Van Aert, 2.Michael Vanthourenhout, 3.Mathiu Van Der Poel |
Estalló la sorpresa en el circuito de Valkenburg, sorpresa porque Mathieu Van der Poel pasadas las primeras dos vueltas no peleaba por el oro sino por la plata, primero, y por el bronce, después. Ahora entendemos la sonrisa de Wout Van Aert en el segundo cajón podio de Hoogerheide hace una semana. El belga ha pedaleado toda la temporada a la sombra de Van der Poel para emerger en el final. Para destapar su talento en la carrera más importante de todas. Ha sido un triunfo también del combinado belga, que ha colocado a seis de sus corredores entre los diez primeros y que han ganado también en las categorías de Mujeres élite y Hombres sub23.
El propio Wout Van Aert reconoció a la llegada que la carrera le había salido por encima de sus propias expectativas. La joven realidad belga levitó sobre el barro mientras Mathieu se hundía en el exigente circuito de Valkenburg. El ansiado duelo no llegó a las dos vueltas. Como se esperaba, Van der Poel empezó a fuego, destrozando de inicio; Van Aert salió un pelín retrasado, algo también previsto antes de la salida. Van Aert no se puso nervioso, su équipier Tim Merlier le llevó hasta la rueda de Van der Poel. No solo aguantó las embestidas del holandés sino que incluso le enseñó su rueda trasera. En la peligrosa chicane de bajada, Mathieu chocó con la valla. Era un punto delicado por donde se habían hostiado varios ciclistas en todas las categorías, para mí que la valla estaba mal puesta, por buscar una pega a la impecable organización. El incidente le hizo perder a Van der Poel un terreno mínimo pero evidenció que iba con el gancho y le faltaba gas.
El propio Wout Van Aert reconoció a la llegada que la carrera le había salido por encima de sus propias expectativas. La joven realidad belga levitó sobre el barro mientras Mathieu se hundía en el exigente circuito de Valkenburg. El ansiado duelo no llegó a las dos vueltas. Como se esperaba, Van der Poel empezó a fuego, destrozando de inicio; Van Aert salió un pelín retrasado, algo también previsto antes de la salida. Van Aert no se puso nervioso, su équipier Tim Merlier le llevó hasta la rueda de Van der Poel. No solo aguantó las embestidas del holandés sino que incluso le enseñó su rueda trasera. En la peligrosa chicane de bajada, Mathieu chocó con la valla. Era un punto delicado por donde se habían hostiado varios ciclistas en todas las categorías, para mí que la valla estaba mal puesta, por buscar una pega a la impecable organización. El incidente le hizo perder a Van der Poel un terreno mínimo pero evidenció que iba con el gancho y le faltaba gas.
VDP perdiendo el rebufo |
A partir de la tercera vuelta ya estaba todo el pescado vendido: Van Aert se deslizaba sobre el embarrado y subía el tramo de escaleras en plan "El Lago de los Cisnes", mientras aumentaba su ventaja.
Vanthourenhout se soltaba de Van der Poel, quien impotente, se vio obligado a bajarse de la bici y patear tramos que el primero resolvía pedaleando. Por momentos, incluso vio peligrar el podio, al acercarse el belga Toon Aerts. Una gran última vuelta de Van der Poel dejó las cosas como estaban.
Cuando el orden del podium parecía ya decidido a partir de la cuarta vuelta, echamos de menos una realización televisiva más dinámica, un poco al estilo de las retransmisiones de Formula 1. Una realización más arriesgada que mostrara la lucha cerrada, y mucha más entretenida, por el sexto puesto entre el italiano Bertolini y los belgas Sweeck y Merlier. O la lucha para entrar en el top ten entre Chainel, Hermans, Boros... O las prestaciones de participantes más marginales como los nipones, el irlandés, el islandes o los de nuestra querida España.
"Sonata de invierno" Wout concluye el requiem |
Con el tercer campeonato consecutivo de Wout Van Aert podemos hablar de un reinado que le coloca ya a la altura de su compatriota Roland Liboton, y camino de los cuatro consecutivos del suizo Albert Zweifel. Incluso puede fantasear con los seis entorchados que enlazó el gitano belga Eric De Vlaeminck en el paso de la década de los 60 a los 70.
Wout Van Aert se dedicó a pasar el rotavator(argot agrícola) para dejar plantado al tulipán Mathieu Van Der Poel.
ResponderEliminar"Mía es la venganza" dijo Van Aert (quiero decir "Nuestro Señor")
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